“Nos acostumbramos a la comodidad. Nos conformamos con lo que hicieron los estudiantes a finales de los sesentas”, Aura Cecilia Erazo en Popayán Ciudad Libro
 
Una de las escritoras más destacadas de los últimos años en la capital caucana es la profesora Aura Cecilia Erazo, licenciada y magíster en Filología y Literatura de la Universidad Javeriana, y doctora en Letras por la Universidad Autónoma de México. Esta “contagiada de la literatura”, como se denomina ella misma por su cercanía con los libros, 29 presentó este lunes su libro ‘La Enciclopedia Historiográfica de Gabriel García Márquez’, en el que ha analizado muchos otros sentidos diferentes a los interpretados -hasta el momento- en la obra del Nobel colombiano.
 
“Mi mensaje es que los lectores deben ver las obras literarias como son, no como historia sino como historiografías. Y tengo un mensaje político acerca de la solidaridad, me preocupa tanta solidaridad que no existe; hay que retomar el sentido de ‘Solidaridad’ en su real dimensión: ser solidario reconociendo al otro en todas sus dimensiones”, dice.
Y hace énfasis en que en la historia la validez científica la dan los documentos, en los que se pueden hacer verificaciones respecto a lo que se narra, y que en la historiografía, “como adjetivación de la historia”, se replantean los conceptos de la historia sin que necesariamente coincida con la veracidad histórica: “en la teoría literaria lo que se cuenta es historia en el sentido de invención, pero no necesariamente con rigor histórico”.
 
Cuando se le pregunta por qué entonces muchos lectores de 100 Años de Soledad pueden encontrar descrito al colombiano promedio y muchas expresiones de su idiosincrasia, responde que el sujeto no se limita solamente a ser un dato, “sino que es un sistema comportamental compuesto por muchas variables: qué hace, qué dice, cómo piensa o cómo actúa, y todo eso conforma su realidad y lo cotidiano, y por eso cuando nos interesamos en los personajes de una obra nos sentimos identificados y representados por ellos”.
 
La profesora Aura Cecilia cuenta que en clases les recomienda a sus estudiantes estudiar Filología, porque esta ciencia es la que les permite a autor y lector el juego analógico con las palabras y con las situaciones, y, según ella, haberla estudiado es la ventaja que le ha permitido tener acercamientos a los textos de García Márquez que quizá otros críticos no han tenido.
 
Y al referirse a los 50 años del lanzamiento de 100 Años de Soledad, repite la cita con la que abrió la presentación de su libro: han pasado guerras, han pasado Gobiernos y han pasado posturas, pero todo sigue igual. “Esa es la nostalgia que me da cuando motivo a los jóvenes a que protesten, a que digan y hagan cosas. Hay que retarlos, porque los jóvenes de hoy se acostumbraron a la comodidad y son la Generación Perdida, la que se contentó con lo que hicieron los estudiantes a finales de los sesentas, que nos abrieron las puertas, y como encontramos abiertas las puertas de las universidades no estamos interesados en abrir las ventanas”.

 

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